Hace unos días anuncié mi retiro del facebook. Lamento decepcionar a algunos que se alegraron con la idea pero lo he pensado bien y no lo haré. Agradezco a los amigos y sobre todo amigas que me hicieron saber, por inbox, que era una decisión tonta a un hecho de las mismas dimensiones que sería innecesario explicar, ya que ni les intere
También sufro de esa enfermedad que no tengo la menor idea de cómo llamarla: Estoy casi imposibilitado de olvidar. Los envidio realmente, dar vuelta a la página no va conmigo, reescribo sobre el mismo papel y entrelineas. Los recuerdos son incesantes en mi cabeza, sueño con recuerdos, buenos y malos, sufro de constantes pesadillas. Amo dormir, soy de los que duermen parados pero gracias a ellas puedo pasarme días durmiendo pocas horas. El insomnio ya es parte de mi rutina. Me despierto exaltado y muchas veces sumamente triste (No pretendo darles lástima ya que yo tampoco lo sentiría por ustedes) Y para ser sincero, en cierta forma, no me interesa cambiar eso, a menos claro, que me comience a generar un problema de salud. Me siento a gusto con mi personalidad y carácter.
Volviendo a lo del facebook y mi salida de ella. Lo reflexioné hace ya mucho tiempo. Esto me está haciendo cada vez más exiliado con el mundo de allá afuera, con el real. Quería recuperar eso que ya estoy comenzando a perder, una plática honesta con otro ser humano, porque se convierte sincera desde que comienzas a mirar a alguien a los ojos, mirarse la cara mutuamente. Observar esas imperfecciones de la piel que tanto distinguimos como propias de alguien y que nos parecen exquisitas y adorables. Interpretar los gestos, las miradas, los temblores de una sonrisa cuando le dices un te quiero también tímido a alguien que realmente quieres, porque a través de la pantalla, de algún dispositivo artífice de muecas, no es más que una burla a nuestra propia condición de ser humano.
Que un beso no es un ícono, si no, algo tan buenamente jugoso que podemos dar en una mejilla o en unos labios amables. Que los sentimientos no se transmiten desde un teclado a través de un cable frío, sino, en el contacto visual y sensorial de todo nuestro cuerpo. Que las risas son más que un jajaja, que los tímidos jejeje o los cómplices jijiji. Son esa contagiosa risotada mostrando los dientes imperfectos de la persona que amas, la amistad también es una forma de amar, los labios y parpados excesivamente mal pintados de la chica que te gusta, o. Observar como se recoge el cabello en un gesto de coquetería y tu mirando con tus miopes y embobados ojos. El olor de su cabello no lavado desde la mañana pero que te hace derretir al impregnársete como ni el chanel 5 logrará poder hacerlo.
Quiero volver a abrazar a mis amigos que no veo hace mucho, que tontamente creí que los tenía cerca por bromearnos en algún irreverente post de los que suelo publicar o de los suyos. Pero eso también es falso. Tal vez para algunos sea una excesiva apreciación de lo que son las redes sociales pero seamos sinceros, algo que te mantiene alejado físicamente de alguien no puede ser bueno ni humano. Que la distancia no importa cuando hay un sentimiento de por medio, es falso, todos los que hemos amado a distancia lo sabemos, nadie nos puede engañar con esa frase tan bien construida pero tan escasa de realidad. Nadie nos convencerá de ello, la carne llama a la carne.
Espero comiencen ya a crear corazones artificiales, hígados, manos o lo que fuere que la gente necesite. Que los moribundos vivan más años gracias a esos respirados artificiales de los cuidados intensivos de los hospitales y que sean portátiles, que alarguen la vida de los que desean vivir más allá de lo que la naturaleza o la cordura se los permita. Para eso está hecha la ciencia. Pero que jamás exista una maquina, por Dios, que nos haga menos humanos de lo que ya, creo, nos estamos convirtiendo. Por lo pronto seguiré acá, creyendo tontamente, por necesidad u obligación, porque para los ermitaños como yo, esto nos salva del ostracismo.